Chorlo Ártico
Ph: Fabián Pinasco
Ph: Envato
Chorlo Ártico
Pluvialis squatarola
Black-bellied Plover
Orden: Charadriiformes
Familia: Charadriidae
Estado de Conservación
Categorización Aves de Argentina 2015:
NA (No Amenazada)
Categorización de la Convención sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres (CMS):
C. spp Apéndice II
Estado de la Lista Roja de la UICN (2019):
LC (Preocupación Menor)
Identificación
De carácter solitario y pasivo, este chorlo evidencia un notable cambio en su aspecto entre el plumaje reproductivo y no reproductivo.
En la Bahía de San Antonio es posible observarlo durante su migración, por lo que podemos encontrarlo en muda, con plumaje intermedio. Aún así, llama la atención por su cuerpo más robusto entre otros chorlos y playeros más pequeños.
Se trata de una especie desconfiada, por lo que suele levantar el vuelo rápidamente ante cualquier disturbio o con la llegada de alguna bandada. Sus constantes y melancólicos silbidos son otra característica para su identificación, que pueden escucharse tanto de día como de noche.
Antiguamente, en nuestra zona, todos los chorlitos y playeritos eran identificados y nombrados genéricamente como “teritos de mar”.
Descripción
Con plumaje de reposo (no reproductivo) tiene la cabeza y el dorso color grisáceo con bordes blanquecinos, mientras que el abdomen, el vientre y las cejas son de color blanco. La garganta y el cuello muestran un fino patrón gris claro. En vuelo se evidencia el plumaje negro de la región axilar y la rabadilla blanca, que lo diferencia del Chorlo Pampa (Pluvialis dominica), con el que suele confundírselo.
Con plumaje nupcial (reproductivo), presenta la cara, el pecho y el vientre negros, y el dorso muy contrastado con manchas negras, marrón café y blancas. Conserva el abdomen blanco, al igual que las cejas, que se unen con los costados del cuello del mismo color.
Tiene el pico corto, recto y negro, y las patas gris oscuro.
Mide: 28 – 29 cm de largo
Pesa: 160 – 270 grs
Envergadura de alas: 59 – 60 cm
Migración y Distribución
Es una especie migratoria de larga distancia que se reproduce en la tundra ártica de Estados Unidos y Canadá durante el verano boreal. Al llegar el invierno al hemisferio norte se distribuye por las costas de casi todo el continente, desde el sur de Canadá hasta Tierra del Fuego. Su presencia es menor en la costa atlántica, ya que utiliza las rutas del Pacífico para migrar.
Se cree que los ejemplares inmaduros permanecen en las costas meridionales durante el verano boreal y no se trasladan a las zonas de reproducción.
Migrante Neártica
Nidifica en el Ártico
Fuente Mapa: The Cornell Lab of Ornithology
> Dieta y Alimentación
En sus sitios de descanso, como en la Bahía de San Antonio, su dieta está compuesta principalmente de gusanos marinos (poliquetos), pequeños crustáceos, moluscos e insectos. Suele moverse con mucha rapidez y detenerse a picotear el suelo cuando detecta un posible alimento. Además, tiene el hábito de tantear el suelo con sus patas, transmitiendo una leve vibración que tiene como objetivo hacer asomar a las presas escondidas bajo tierra (generalmente gusanos), para localizarlos visualmente y capturarlos con su pico.
En época reproductiva, en la tundra del norte se alimenta especialmente de insectos y moluscos, pero también de materia vegetal.
gusanos marinos
crustáceos
moluscos
insectos
materia vegetal
> Nidificación y Cría
El macho realiza un pequeño cortejo para atraer a la hembra con aleteos lentos y emitiendo silbidos, hasta aterrizar cerca de ella y avanzar en su conquista con la cabeza baja.
Nidifican en la tundra ártica, realizando el nido sobre el suelo en montículos o zonas algo elevadas y con buena visibilidad. El macho escarba la tierra realizando una hendidura de poca profundidad, que la hembra cubre con materiales vegetales y piedritas. Allí la hembra pone 4 (a veces 3) huevos de color ocre a verde grisáseo con manchas oscuras, que ambos sexos incuban por un período de 26 o 27 días.
Los pichones abandonan el nido poco después de la eclosión y aprenden a alimentarse por sus propios medios. Los padres cuidan de los pichones por igual, aunque la hembra comienza su migración hacia el sur antes que el macho.